Desde el azul llegan los destellos de anhelos y convicciones que se han gestado durante toda la vida artística de Ines Pasic. Los seres que se han alojado en su psique buscan la salida, un momento de protagonismo, deseo de afirmar su existencia. Estas extrañas criaturas, hechas de su propia carne, son su biografía anímica susurrada con humor y poesia. Los personajes son frágiles y ridículos, tan humanos como la carne y huesos de los cuales están hechos y como la titiritera que los manipula. Impermanencia y extrema relatividad de formas desgarran los velos de la separación logrando que los conflictos se transformen en el complemento y pretexto de juego escenico.