Matito es feliz yaciendo debajo un olivo. Se siente feliz, por dos motivos: porque no hace nada y porque hoy declarará su amor a la enamorada. Pero la felicidad no es eterna, y de repente llega el Sr. Billete para echarlo de allí: deben construir la Grandísima Rueda de Feria justo donde Matito tiene el olivo.
El imaginario de Matito es la cultura mediterránea, geográficamente está situado en el Camp de Tarragona y las Tierras del Ebro. Donde el paisaje autóctono, los campos de olivos, se ve cada día más amenazado. El espectáculo muestra la riqueza dialectal de la zona, el humor de proximidad y la música tradicional: Aubades, habaneras, romances y jotas.